fbpx

Ivan Mikolji Entre la Ciencia y el Arte

Ivan Mikolji con más de cien expediciones e innumerables publicaciones internacionales, ha demostrado la autenticidad y originalidad de su pasión por la vida acuática, el mundo selvático y el mar. Consciente de la urgencia de mantener estos sistemas ecológicos del planeta, donde broto la vida y de los cuales depende la sobrevivencia de la civilización contemporánea. Su acción estética se ha convertido en arte para la vida, en un sentido concreto y no metafórico, a través de sus videos, acciones fotográficas materializadas en sus muestras expositivas y en su acuarismo salvaje (Wild Aquariums), que se ha convertido en una tendencia mundial.

La filosofía que mueve su voluntad creativa, es la urgencia por preservar los ecosistemas acuáticos del planeta, y como primer paso para ello considera necesario dar a conocer la riqueza, y la belleza de estos biomas. Por esto dirá: “no se puede preservar algo que no se sabe que existe.”

Para a dar conocer esta abundante biodiversidad, ha pasado innumerables horas inmerso en ríos, lagos, caños…, para fotografiar y filmar la belleza de estos biomas.

Eduardo Planchart Licea
PhD. Historia de Arte Latinoamericano, UNAM

Ivan Mikolji Entre la Ciencia y el Arte se ha expuesto en:
Fundación La Salle de Ciencias Naturales Sede Guayana, San Félix, Venezuela. 2018
Orinokia Mall, Puerto Ordaz, Venezuela. 2018

Texto Curatorial

Ivan Mikolji: Entre la Ciencia y el Arte

“Para ver el mundo en un grano de arena, y ver el paraíso en una flor salvaje, sostén el infinito dentro de la palma de tus manos, y la eternidad en una hora”.

William Blake

Ivan Mikolji desde hace más de dos décadas como explorador, investigador, y artista visual ha dado a conocer el universo acuático del trópico, movido por su filosofía: “no se puede preservar algo que no se sabe que existe.”

Esta pasión está arraigada en él desde niño, no en vano a los doce años lo llamaban el “niño sargazo”, apodo que se ganó al preguntar en una de las playas del planeta, porqué recogían diariamente sargazo (sargassum), que flotaba en el mar. Conversó con el encargado de esa recolección. Al no verle sentido, pues en esas algas viven gran cantidad de pequeños peces, crustáceos, caracoles…, con los que se entretenía durante horas. Y para demostrárselos, los lleva a las algas que iban a destruir y les mostró esa diversidad de vida acuática. Al ver lo que estaban haciendo reflexionaron y cuestionaron esa labor. En el siguiente verano al regresar a la misma playa, oyó que le decían:

-Tú eres el niño de los sargazos, sabes que por ti ya no limpiamos la playa de las algas que flotan en el mar, para evitar destruir los innumerables animalitos que viven entre ellas.

Esta anécdota es un ejemplo que nos muestra la voluntad creativa y la pasión, con que ha realizado más de 100 expediciones por Venezuela, y en Colombia. Para a dar conocer esta abundante biodiversidad, ha pasado innumerables horas inmerso en ríos, lagos, caños…, para fotografiar y filmar la belleza de estos biomas.

Cada una de estas de fotografías evidencian, una poderosa empatía hacia la ecología planetaria, y a la vida que palpita en las cuencas hidrológicas, y de cuya investigación y conservación depende no solo la supervivencia de más de 1.100 especies solo en Venezuela, sino también la sobrevivencia de la humanidad. Pues estas masas de agua dulce poseen aproximadamente el 15 % de los recursos hídricos del planeta, y existen en ellas innumerables especies desconocidas. Selvas tropicales que están siendo amenazadas en el presente por la deforestación, y la minería.

Lo impactante de cada una de estas huellas de luz y videos, no solo se limita a su belleza, y composición, sino permiten conocer con este mundo ignorado, aproximando al otro a este universo. Mostrando el comportamiento de estas especies, la íntima relación que establecen con las plantas acuáticas, las formas de sustentarse; reproducirse, protegerse, mimetizarse, o de sobresalir vanidosamente a través de su vistoso colorido.

Como se observa en la fotografía del caimán enano, donde el reptil se inmoviliza durante horas, hasta ser confundido con un elemento inerte del fondo, y ser rodeado de peces que lo podrían confundir con un tronco sumergido, convirtiéndose así en sus presas. Actitud similar se observa en las rayas, que se mimetizan con la hojarasca del fondo, o se cubren de arena del lecho ribereño a la espera de su presa, conducta similar a la graciosa paciencia de peces que se nutren de los granos de arena, y la filtran para extraer los nutrientes; conductas que contrasta con el dinamismo de las pirañas o caribes que están a la búsqueda de la carroñas de los ríos, o de los especímenes débiles para ir directamente a ellos como compacto grupo.

Destacan las fotografías de las transparencias o diafanizaciones de los esqueletos de peces, que resaltan la estructura ósea, y cartílagos que permiten su clasificación y preservación, para futuras investigaciones, el artista destaca a través de la dimensión estética estas metodologías científicas, que acercan al público a la ciencia a través del arte.

El artista destaca en este lenguaje visual los reflejos subacuáticos, imágenes que existen gracias a la refracción y reflexión de la luz, asumidas por el fotógrafo como recurso para duplicar o distorsionar la realidad, al encontrar el ángulo adecuado en cada clic. Para crear surrealistas composiciones, inexistentes en la realidad, ilusorias, como serían las alucinaciones psíquicas. Esta dimensión de sus imágenes, es tan sorpresiva e impactante, como las macrofotografias subacuáticas, que se muestran en esta selección de los ríos Apure y Meta, que crean visiones que parecieran brotadas de la imaginación, o de paisajes provenientes de la ciencia y ficción como se hace presente en la serie fotográfica de los fondos rocosos de la Gran Sabana.

Al fotografiar la realidad con este virtuosismo, Ivan Mikolji crea una percepción del entorno, que le permite al otro acercarse a ella. Al haber estado sumergido en el agua durante cientos de horas, se familiariza tanto con estos biomas, que le permiten cliclear imágenes que expresan una visión de comunión con este cosmos, tal como se observa en la fotografía del pez picaflor, en la del pez hoja, o la imponente presencia de la mojarra.

Hay una dimensión que no puede lograr el creador a través de estos registros estéticos: lo sentido, lo imaginado, lo que despierta en su subconsciente este universo. Esta dimensión el artista la materializa en su obra plástica, en series como la Ichthyoform, donde los trazos de estos dibujos además de inspirarse y recrear las ondas del agua, lo pisciforme, la diversidad cromática y rasgos de las plantas acuáticas, crea una sintaxis visual conjugada con las hermosas formas rocosas e islotes que nacen de las corrientes ribereñas como la del Orinoco; y en los elementos culturales, provenientes de la tradición oral, y la mitología de las culturas selváticas. A estas claves de su obra plástica, el público se puede acercar a través de sus títulos, que le permiten trascender la percepción de la mirada rápida, y dejar de manera latente en la imaginación del espectador estos sugerentes nombres como el de Ichthyoform Amalivaca.

Eduardo Planchart Licea
PhD Historia del Arte Latinoamericano, UNAM.

Haz click en las imagenes para suscribirte y descargar el catálogo digital de tu preferencia