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La Fusión Entre la Ciencia de la Naturaleza y el Arte

[vc_row][vc_column][vc_custom_heading text=”La Fusión Entre la Ciencia de la Naturaleza y el Arte” font_container=”tag:h1|text_align:left|color:%23000000|line_height:2″ use_theme_fonts=”yes”][vc_column_text]

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[/vc_column_text][vc_video link=”https://www.youtube.com/watch?v=rQFpF7YIGkQ” el_width=”50″][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]When I get asked what I do, I say “I am a river explorer and audio visual artist” or “I fuse nature, science and art”. It is pretty hard to explain in a few words so… if I redirect you to this video; this is what I do. I hope you enjoy it.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Thank you:
Felix Simonovis for embedding the Spanish subtitles on the video.

Luisa Cristina Carrillo for translating the video to Spanish.

Below are the Spanish subtitles text.

¡Hola! Soy Iván Milkoji, explorador de ríos y artista audiovisual.

¡Hola! Soy Iván Milkoji
¡Hola! Soy Iván Milkoji y este es el Caño Cristales al amanecer.
Éste es el Río Atabapo al amanecer.

Mi trabajo es una fusión entre la naturaleza, la ciencia y el arte. A través de mis imágenes, videos, dibujos y pinturas, trato de mostrar la belleza oculta en la selva tropical, en los llanos, las sabanas y bajo el agua para así inspirar a las personas a que preserven todos estos ecosistemas.

Cuando yo empecé a explorar y a fotografiar orquídeas o flores silvestres, al llevar algunas de esas imágenes a los científicos, ellos me decían: “Oye, ésta es una nueva especie de orquídea”; “ésta es una nueva especie de pez”. Incluso, algunas veces mientras estaba en el arroyo, tomaba la cámara y les decía a los locales: “Oigan, este es el pez que estoy fotografiando” y ellos ni siquiera conocían el pez. Eso me llevó a pensar que habían muchas cosas que las personas desconocían y que eso sucedía muchas veces en cada uno de los arroyos a donde iba.

Ahora bien, en una ocasión mientras estaba en una de mis expediciones, habiendo estado manejando ya durante considerable tiempo, puesto que a veces manejamos por doce horas, de pronto me vino a la mente, la siguiente frase: “No se puede preservar algo que no se sabe que existe”. De pronto, me di cuenta que la parte más importante de mi trabajo, era mostrarle a las personas qué es lo que poseen para que ellos puedan preservarlo, puesto que si las personas desconocen que es lo que tienen, no habrá manera de que ellos puedan ayudar a cuidarlo”.

Hay muchos momentos importantes que me han llevado hasta donde estoy actualmente y uno de esos momentos fue cuando observe Pterophyllum altum grandes por primera vez. Los Pterophyllum altum son los Peces Ángel del Río Orinoco. Observé Pterophyllum altum grandes ejemplares en el acuario de un amigo y eran increíbles. No podía creer lo que estaba viendo. Estaba extasiado. Tiempo después, fui a buscar a estos peces en la selva, ya que deseaba grabarlos y fotografiarlos, y eso me llevó al Río Pavoni, en el Estado Amazonas venezolano. El Río Pavoni era famoso porque tenía grandes poblaciones de Altum. Es allí en donde los pescadores ornamentales pescaban a estos peces para el hobby de los acuarismos y según las historias, había millones de estos peces. Así que fui al Río Pavoni y nadé el Río Pavoni de día y de noche, busqué de noche con linternas, en muchas ocasiones, por horas y nunca encontré ni uno. Así que fui a la Comunidad Indígena Pavoni, la cual se encuentra en las orillas del río y pedí hablar con el Comisario. Siendo autorizado para hablar con el jefe, le dije: “Estoy buscando el Pez Ángel del Orinoco y no he encontrado ni uno”. El jefe me dijo: “De qué Pez Ángel del Orinoco estás hablando?”. Así que, tomando un palo, dibujé la figura del pez en la tierra. El jefe me dijo: “Ah, tú estás buscando el Altum.” El Jefe conocía el nombre científico, pero no conocía el nombre común del pez. Y yo le dije: “Sí, estamos buscando el Altum.” Él me dijo: “Nos los comimos todos”. Le dije: “¿QUÉ?”. Él me dijo: “Usamos barbascos, el cual ponemos en el río para agarrar a todos los peces. Ponemos barbasco en el río para atontar a los peces y nos los comimos todos. No hemos visto ninguno en años. Perplejo y asombrado, no podía creer lo que estaba escuchando. Luego de mucha reflexión, era muy obvio que no solamente los peces Altum se estaban extinguiendo en la selva, era obvio que también la etnicidad de estos indígenas se estaba extinguiendo, puesto que llevaban jeans y tenían DIRECTV. El río también se estaba contaminando, todo se estaba extinguiendo, no solo los peces y también creo que fue la primera vez que dibujé un pez y literalmente fue en tierras Kurripako. Los indígenas de allí, son los Kurripako. Así que, literalmente, fue en tierras Kurripako que dibujé por primera vez un pez y fue un Pez Ángel Altum.

En mis dibujos y pinturas, trato de fusionar los colores de todo lo que veo en la selva. Por ejemplo, si estoy coloreando un pez y me acuerdo de que hay orquídeas moradas en los árboles en donde viven, posiblemente pondré ese morado allí, o si la tierra era amarilla, pondré ese amarillo, allí, sí hay plantas acuáticas verdes, pondré ese verde allí, si hay plantas acuáticas rojas, también podré fusionar ese rojo allí, porque tienes que entender que el color es relativo. Por ejemplo, cuando ves un Pez Ángel bajo el agua, en aguas azules, el pez el cual es plateado con rayas marrones, cuando lo ves en aguas azules, el pez es azul. Cuando ves este pez en aguas negras, cuyo color es té o anaranjado, el pez es anaranjado, y cuando sacas al pez y lo colocas en tu mano y le tomas una foto, el pez es azul porque está reflejando el azul del cielo. Entonces ¿de qué color es realmente el pez? Depende de cual punto de vista lo estás viendo. Lo ves en aguas azules, sí lo ves en aguas anaranjadas, sí lo ves afuera, que es lo que está reflejando. Todo es una fusión de ello y es así como yo veo mis dibujos y mis pinturas.

Una de las cosas que me parecen más interesantes para fotografiar, son los reflejos del agua y Usted puede observar esos reflejos a lo largo de mi trabajo, y los más interesantes de todos ellos, para mí, son los reflejos subacuáticos. Los reflejos subacuáticos, son conceptos difíciles de entender, ya que estoy fotografiando el movimiento del agua, la corriente, el flujo y lo que ese flujo refleja desde el fondo y desde afuera. Entonces, por ejemplo, si hay plantas acuáticas verdes, Usted tendrá un color mitad verde en el reflejo del agua, si hay un cielo azul, también obtendrá un azul y si hay árboles afuera, Usted obtendrá verde también, un diferente tono de verde. Por lo tanto, todo es una mezcla entre el ángulo de la luz, el flujo y lo que está debajo del agua y afuera y lo más increíble es que no existen. Estoy tomando una foto de algo, de un momento, el cual no existe. Enciendo el flash y desaparecen, tomo el ángulo en una forma diferente y desaparecen, no existen. Estos siempre son un tema de estudio para mí, siempre que voy a la selva, paso mucho tiempo en el agua fotografiándolos y tratando de comprender cuáles serán las mejores formas para fotografiarlos y porqué, y la forma de cómo se comportan, es todavía un misterio para mí. Son demasiado complejos. Son microfotografías de instantes que no existen.

Uno de los sitios más mágicos que he visitado, son los Raudales de Atures en el Río Orinoco. El lugar es increíble. Hay grandes rocas redondas por todas partes, algunas del tamaño de un carro y otras, tan grandes como una cancha de básquetbol. Son redondas y pulidas, la arena y las partículas suspendidas en el agua que viajan a gran velocidad, han pulido las rocas tan lisas y también están cubiertas en barniz del desierto, parecen cromadas. Así que en la mañana cuando el cielo está azul, estas rocas se ven azules mientras que, en la tarde, cuando el cielo se torna amarillo o anaranjado, las rocas reflejan el amarillo y el anaranjado, es increíble. Cuando las estaciones cambian y el nivel del agua de los ríos, baja y sube, hay unas islas que emergen. Allí en Atures en la mitad del río hay una isla especial. Cuando los niveles del agua bajan, los peces empiezan a migrar por el Orinoco hacia el Río Guaviare, hacia el Río Autana, hacia el Río Ventuari, hacia el Río Cuao, los peces se dirigen hacia todos estos grandes ríos para depositar sus huevos, y tienen que pasar por este pequeño estrecho del Atures. Así que muchísimos pescadores se dirigen hasta esta pequeña isla, en donde luego de erigir chozas rudimentarias con palos y plásticos, permanecen allí durante semanas, pescando a los peces a medida que migran río arriba y también cuando ellos terminan de desovar y bajan, entonces también los pescan. Así que hay mucha actividad allí, ya que hay muchos pescadores y mucha acción con los peces y todas las rocas están pulidas. Es una vista demasiado increíble de ver. Pero la cosa más increíble es que cuando Usted mira el suelo y ve las rocas, las mismas se encuentran cubiertas de petroglifos. Las rocas, el suelo, todo, está cubierto de petroglifos. Hay dibujos precolombinos grabados en las piedras. Tal vez solían venir aquí a pescar los mismos peces que los pescadores vienen a pescar hoy en día. Pero tal vez los pescadores de hoy en día van y vienen. Probablemente, los indígenas deseaban decorar, este era su hogar. Así que probablemente decoraban y hacían sus ritos. Lo que es impresionante es que cuando el nivel de estas aguas sube y estas islas desaparecen por cuatro o cinco meses, esos petroglifos se vuelven el hábitat, el biotopo de tantas especies de peces. Ese sitio se vuelve, el hogar, no de esos pescadores, sino de esos peces, quienes se reproducen y se alimentan allí en esas rocas, y esa fusión entre la naturaleza y nuestros antepasados, y la relación entre nosotros y la naturaleza, es increíble para mí. En algunas de mis pinturas y dibujos yo he incorporado estas formas o petroglifos precolombinos. Algunos son más obvios que otros, así tendrán que observarse detenidamente.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]